viernes, 12 de abril de 2013

'Dos amigos'


Si en la fecha que estamos, con meses y meses como llevamos con el mismo debate, ni los propios periodistas y medios que cubren la información del Madrid saben asegurar la continuidad de Mourinho la próxima temporada está claro que tampoco yo tengo idea alguna. Me muevo por impresiones, sensaciones, de sus apariciones y actos. De sus palabras y silencios. Como creo que hacen los profesionales de la información de dichos medios deportivos. Curioso, cuanto menos, que a estas alturas de temporada aún se muevan por esas señales a la hora de informar y publicar noticias. Pero creo, sinceramente, que así es.

Así que lo mío, y más desde la distancia, también es impresión, una opinión muy personal. Y creo, de manera convencida, que Mourinho abandonará el Madrid y que lo tiene decidido desde hace ya mucho tiempo. Sólo hay que ver su cambio de actitud de los últimos meses. Desde que a comienzos de año, tras las vacaciones de Navidad, aparecieran uno a uno en la sala de prensa de Valdebebas los pesos pesados del club ya pensé que algo fuera de lo normal se estaba cocinando.

La última de Mourinho ha sido la respuesta tras el partido de Champions ante el Galatasaray. "Al final de temporada me sentaré con el presidente, que es mi amigo, y decidiremos". Un profesional con contrato en vigor sólo puede dar ese tipo de respuesta si ya tiene acordado con la otra parte que la relación ha llegado a su fin. Además, creo que lo tienen claramente pactado. Y que lo que intentará Mourinho de aquí a que se anuncie oficialmente será lo mismo que intentaba con sus declaraciones en Turquía. Salir de la manera menos traumática posible, por su propio interés, y por el interés del club al que, al fin y al cabo, deja tirado.

Es el poder que tienen los grandes y los que a veces confunden estar por encima del bien y del mal. Se van de un lugar cuando quieren y saben que no tendrán problemas para llegar al lugar al que deseen. 

Deportivamente, le será muy complicado al Madrid buscar a un entrenador tan competitivo y ganador como Mourinho. Ha conseguido frenar y ganarle títulos al que para muchos es el mejor equipo de la historia del fútbol. Todo lo el bien deportivo está, de manera proporcionalmente inversa, emparejado a las consecuencias institucionales provocadas. Se le permitió de todo. Quizá ese fuera el precio para conseguir los resultados deportivos. Ahora se trata de restablecer el orden y la normalidad fuera del campo. Aunque quizá eso cueste el alejamiento, de nuevo, de los títulos en juego.


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