Lionel Messi es un jugador único.
Irrepetible. ¿Alguien lo duda? Estoy convencido de que se convertirá en el más
grande jugador de fútbol de todos los tiempos. Superará en éxitos colectivos e individuales a los
otros grandes de siempre, como
Di Stefano,
Maradona o
Pelé. Si con 25 años ha
conseguido ya 4
Balones de Oro asusta pensar donde puede dejar la marca.
Pero precisamente por ser tan
bueno, tan superior, tan tan... no necesita, para dicho
reconocimiento, que le regalen algunos premios.
La justicia de un premio como el
Balon de Oro siempre se ha discutido. Lo tienen jugadores como Cannavaro,
Nedved, Sammer y Owen y no lo tienen otros como Maldini, Raúl, Xavi o Iniesta,
por ejemplo. En mi opinión, desde la unificación del premio de
FranceFootball con el de
FIFA, hace tres años, la injusticia del resultado final se
ha acrecentado. Es un reconocimiento más
democrático, con mayor participación (seleccionadores y capitanes) pero a mi
entender se ha desviado más aún de su objetivo inicial.
Si entendemos el premio como al
mejor jugador del mundo, se lo damos a Messi de manera vitalicia hasta que se
retire. Porque no veremos un jugador mejor que Messi al
menos mientras el argentino siga jugando. Pero el Balón de Oro no premia al
mejor del mundo. Premia a quien más méritos ha consechado de manera individual y a quien más
ha colaborado en los éxitos colectivos de su equipo durante un año natural. Y
en 2010 y 2012 Messi no ha sido el mejor ni el que más ha conseguido.
De hecho, en 2010 (primer año de
la unificación del premio), de ser por los votos de los periodistas y enviados
especiales de France Football, el premio se lo habría llevado
Wesley Sneijder.
El holandes ganó Liga, Copa y Champions con el Inter, y llegó a la final del
Mundial con Holanda, torneo en el que también fue el máximo goleador (junto a
otros). ¿Se pueden conseguir más méritos? Messi en 2010 sólo ganó la Liga con
el Barcelona. Fracasó en Champions (eliminado por el Inter) y pasó por el
Mundial, el que debía ser su Mundial, sin anotar un sólo gol y eliminado en
cuartos tras un 4-0 ante Alemania.
En 2012, la historia poco menos
que se repite. De nuevo no se premia a un jugador de selección campeona de
Mundial o Eurocopa (tendencia habitual antes de 2010 cada año que tenía lugar
un gran campeonato de selecciones). Messi gana el Balón de Oro con un único
titulo de clubes, la Copa del Rey, y con el título individual de la Bota de
Oro. Sí, también con el récord, o supuesto récord de goles en un año. Pero los 50 goles en Liga no sirvieron para ganar el campeonato doméstico, y fracasó de nuevo
en el gran título de clubes, la Champions, con fallo de penalti decisivo ante el Chelsea.
Frente a ello, Iniesta y Cristiano, los otros candidatos. Iniesta además de la
Copa, como su compañero, suma la Eurocopa y el título honorífico de mejor jugador del torneo
europeo. Cristiano consigue 46 goles en Liga (solo cuatro menos que Messi) que sí sirven
para ganar el torneo, gana también la Supercopa (frente a Messi) y en la
Eurocopa lleva a su selección a semifinales, siendo además el máximo goleador (también junto a otros).
La falta de criterio y de igualdad
se hace evidente con el siguiente ejemplo. En 2011 a Cristiano, consiguiendo los mismos
éxitos que Messi en 2012 (Copa del Rey y Bota de Oro) no le sirvieron para
ganar el premio, lo que sí le ha valido al argentino. Si Cristiano con sus
éxitos individuales y colectivos, o algún jugador español (Iniesta, Xavi o
Casillas) después de ganar Mundial y Eurocopa no han ganado, un año más, el
Balón de Oro, es evidente que no lo conseguirán nunca mientras Messi esté a su nivel. Los seleccionadores y
capitanes de los países más recónditos del mundo seguirán votando a Messi y
Messi terminará su carrera con 8 o 9 Balones de Oro en su casa.
Que es el mejor del mundo no se
discute. Que superará a todos los grandes, tampoco. Pero el mundo del fútbol
tendría que ser más justo, con un mayor reconocimiento, con jugadores que, sin
duda, también merecen pasar a la historia de este deporte.